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El calcio es uno de los elementos más importantes del cuerpo humano: todas las células lo necesitan para funcionar correctamente. En el cuerpo humano, el calcio se encuentra en el esqueleto y en la sangre, donde circula a las células y órganos que lo necesitan. Nuestro cuerpo no puede producir calcio, por lo que todo proviene de los alimentos (o suplementos). Si hay falta de calcio en las células o la sangre, el cuerpo lo buscará en su "almacén": el esqueleto. Si hay falta de calcio, los principales síntomas son el raquitismo y la osteoporosis.

El magnesio tiene múltiples funciones en el metabolismo óseo: estimula la producción de calcitonina, un polipéptido que ayuda a preservar la estructura ósea y elimina el exceso de calcio del torrente sanguíneo y de los tejidos blandos, fijándolo en el hueso; también ayuda a suprimir la acción de otra hormona ligada al metabolismo óseo, la hormona paratiroidea, reduciendo la resorción ósea.

El colágeno es una proteína y un componente estructural esencial de todos los tejidos del cuerpo.

La condroitina y la glucosamina forman parte de un grupo de azúcares complejos conocidos como glicosaminoglicanos o mucopolisacáridos, presentes en el tejido conectivo: cartílago, tendones, piel y paredes de los vasos sanguíneos. El cartílago es una almohadilla resistente y esponjosa ubicada en los extremos de los huesos que evita que estos rocen entre sí durante el movimiento. Las sustancias que lo componen se regeneran constantemente en respuesta al desgaste articular causado por el ejercicio diario.

Sin embargo, a medida que envejecemos, perdemos progresivamente nuestra capacidad de sintetizar estas sustancias (glucosamina y condroitina).

La glucosamina se extrae de los caparazones de cangrejos, langostas y camarones, y la condroitina se extrae de los mejillones de labios verdes.

La potencia del cartílago de tiburón se debe a su contenido de proteínas y mucopolisacáridos (sulfato de condroitina y sulfato de glucosamina).

La vitamina K facilita el transporte de calcio del torrente sanguíneo al hueso y se sugiere que es tan importante como el calcio para una buena salud ósea.⁵ La vitamina K es necesaria para la síntesis de osteocalcina, la matriz proteica ósea sobre la que se cristaliza el calcio. Los niveles bajos de vitamina K resultan en un aumento de los niveles de osteocalcina no carboxilada (inactiva), que se asocia con la pérdida ósea.

La vitamina D3 es una de las dos variantes principales de la vitamina D, una vitamina liposoluble. Su papel en la salud ósea es bien conocido. Al favorecer la absorción de calcio, contribuye a la formación y el mantenimiento de huesos fuertes.